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31 de marzo de 2015


¿Cómo puedo hacer cupcakes si no tengo nada?

Esta pregunta me la hacía mi amiga Irene el otro día mientras nos matábamos a pedalear en el gimnasio, preguntándonos porqué si teníamos 2 aparatos de aire acondicionado mirándonos a los ojos con nostalgia del verano, no los encendían… Pero eso es otra lucha. (Y sí, hablamos de cupcakes mientras sudamos la gota gorda, somos así de sacrificadas)

El caso es que Irene me dejó caer sutilmente:
-Podrías escribir un post sobre cómo hacer cosas guays sino tienes nada… (Y fue menos sutil al añadir) ¡Y dedicármelo!

Bueno Irene, te dedico este POST con toda la ilusión y esperanza de que de verdad lo intentes, EJEM.

Lo voy a centrar en los Cupcakes porque es un dulce que requiere de muchos utensilios especializados pero que fácilmente pueden ser sustituidos por otros, como vais a ver a continuación.

LET’S GO!

LA MASA O MAGDALENA

Esto no tiene mayor complicación. Para hacer unos cupcakes básicos, no tendréis problemas en encontrar los ingredientes: mantequilla, leche, huevos, levadura, harina, azúcar y esencia de vainilla (exceptuando tal vez la esencia o el aroma de vainilla, que podéis encontrarlo en Mercadona, Carrefour, El Corte Inglés… también podéis sustituirlo por azúcar avainillado aunque no es lo mismo, chocolate, ralladura de naranja, canela… o simplemente no usarlo)

(Este es el que uso yo)

Para pesarlos sí que necesitáis una báscula o un peso digital, aunque hay recetas donde la unidad de medida es un vaso (de esos de cristal donde bebéis agua, de toda la vida del señor)


 
(Yo utilizo un peso digital para poder tarar)

Para mezclar los ingredientes podéis utilizar unas varillas de esas de batir huevos (de metal, plástico...), teniendo un poco de paciencia con la mantequilla que debe estar pomada (a temperatura ambiente, sin utilizar el microondas u otra fuente de calor) La batís con fuerza para que se haga como una crema y listo.


 Para tamizar los alimentos secos (harina, levadura, cacao…) podéis usar un colador de toda la vida, no es necesario haceros con un tamiz.


¿Qué no tenéis una bandeja especial para cupcakes como ésta?

No hay problema. Podéis usar o bien flaneras, o moldes individuales metálicos para magdalenas (me pasé el primer año usando unos de mi madre más viejos que Matusalén), o moldes de silicona que últimamente los están vendiendo en todos los sitios y son bastante asequibles (Yo me compré unos con forma de estrella en Aldi)


 

¿Qué pasa con los envoltorios de los cupcakes o cápsulas?
Podéis o bien engrasar vuestro molde con mantequilla o aceite para que la magdalena salga sin problemas y no usar cápsulas (también quedan resultonas) o comprar en unos veinte duros, un bazar chino etc. cápsulas básicas, de esas blancas, muy baratas también. Aunque al igual que con los moldes de silicona, cada vez hay más modelos disponibles. Luego ya podéis iros a una tienda especializada en repostería o pedirlos por Internet, pero este post trata de conseguir hacer unos cupcakes sin utensilios especializados y que sea económico.


Ahora hay que llenar ¾ partes de masa las cápsulas. Para que me salgan todos igual de altos tras el horneado, yo uso una cuchara de helado de 49 mm, pero podéis ayudaros simplemente con dos cucharas soperas, vigilando que ponéis la misma cantidad de masa en todas las cápsulas.


Ahora es el momento de hornearlas (Aquí sí que necesitáis un horno. Sino, podéis probar a dejarlas una semana bajo el sol del Sáhara a ver qué pasa, pero estamos hablando de opciones económicas y basadas en la evidencia)

Bueno, es el momento de sacarlas del horno y aplaudir porque nos han quedado monísimas o de llorar porque son una monstruosidad, en ambos casos tendremos que dejarlos enfriar sobre una rejilla. Si los dejamos dentro del molde, corremos el riesgo de que el vapor se vaya acumulando al final de la cápsula y éstas se despeguen. También os digo que yo muchas veces he pasado de esto y se han quedado igual, pero yo os cuento la teoría.


Por último, esto es totalmente opcional, podéis rellenar los cupcakes con lo que queráis: haciendo un agujero en el centro de la magdalena, rellenándola por ejemplo con dulce de leche y luego volviendo a ponerle "el tapón" que habíamos quitado de magdalena. 

Existen utensilios únicamente para este cometido, pero yo simplemente uso un descorazonador de manzanas (que por cierto, compré en los chinos y se me dobló el mango al primer uso, pero bueno, como es un metal maleable yo lo vuelvo a poner recto, todo sea por no arruinarme comprándome un descorazonador de manzanas) y me quedo más a gusto que un arbusto. Al cubrir luego el cupcake con la crema, no se verá que lo hemos agujereado hasta la mitad.



LA BUTTERCREAM O CREMA DE MANTEQUILLA 

Bueno, ahora vamos con la Buttercream o crema de mantequilla, el momento en el que todo el mundo se echa a temblar.
Yo os recomiendo que si de verdad estáis interesados en el mundo de la repostería, os hagáis con unas varillas eléctricas que no cuestan más de 15 euros y las venden en cualquier tienda de electrodomésticos o grandes almacenes. Si sólo estáis probando, podéis batir perfectamente a mano la mantequilla con varillas manuales, pero requerirá más tiempo.


Esta crema, la básica, se hace sólo con mantequilla, azúcar glass (azúcar muy  muy fino para que no se noten los granos en la crema, no vale triturar el azúcar blanco) y una cucharadita de esencia de vainilla para darles sabor. Aquí, al igual que en la masa, podéis sustituir la vainilla por lo que queráis: cacao en polvo, ralladura de naranja, azúcar avainillado, fruta triturada, otra esencia… Echadle imaginación, que de eso van los cupcakes.

Si queréis teñir la crema, no uséis colorantes líquidos porque cambia la textura y ésta podría volverse muy líquida. Usad colorantes en gel o polvo, mermeladas, fruta, chocolate… o en su defecto dejadlo al natural.


Para decorarlos podéis o bien hacerlo con una espátula/cuchillo de untar, cubriendo las magdalenas con la crema y dándoles forma, o bien con una manga pastelera y una boquilla.


NO COMPRÉIS LAS BOQUILLAS DE PLÁSTICO DURO DE LOS CHINOS, YO LO HICE Y ME ARREPENTIRÉ HASTA EL DÍA EN QUE HAGA MI ÚLTIMO CUPCAKE.


Sino tenéis, podéis o bien comprarlas (son fáciles de conseguir, de esas desechables que parecen bolsitas de plástico transparentes) o bien usar una bolsa de congelados e introducir una boquilla (la boquilla la necesitáis sí o sí, o bien la compráis en los chinos, veinte duros etc. o bien una más profesional como las boquillas Willton, que creo que ninguna sobrepasa los 3 euros) en una de las esquinas de la bolsa y luego recortad la punta.

(La que más se utiliza es la 1M, pero a mí también me gustan la 2D y la 6-8B)

¡Decoráis vuestros cupcakes y ya los tenéis! 

¡Divinos de la muerte y deseando que les hagan una sesión de fotos!

(En estos cupcakes de zanahoria he usado la boquilla 6B de Willton y fondant para hacer la zanahoria. Perdonad por la calidad de las fotos, están hechas desde mi móvil)

Para decorar por encima podéis echarle cualquier cosa: fideos, chocolate rallado o en polvo, sirope de fresa, caramelo, dulce de leche, decoraciones de azúcar (bolitas, corazoncitos, estrellitas…) purpurina comestible, rallar galleta, algún adorno con fondant etc

(Estos los he hecho en un horno especial para minicupcakes, con la boquilla 1M de Willton y un cortador de mariposa para galletas o en este caso, fondant)

¡Y eso es todo! Si he pasado algo por alto o tenéis alguna duda, por favor, dejadme un comentario y os prometo intentar resolverla. Espero que os haya resultado útil :)


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